Antonio Jimenez
Pastor Evangelico
La Prensa
Antes de que Adán pecara tenía conciencia de Dios, después que pecó comenzó a tener conciencia de Él. Después de esto se fijaba en su imagen, no en la de Dios. A partir de ahí proyectamos una doble imagen; La que proyectamos a los demás y la que verdaderamente somos. Esto nos llevó a ser veletas del diablo, estábamos bajo el control absoluto de nuestra naturaleza humana pecadora; (ver Efesios 2:2);
En la carta a los Romanos. Específicamente en el capitulo 7:21,22 ,23. El Apóstol Pablo, nos presenta su alma al desnudo, y nos habla de lo que es el conflicto de la raza humana. Sabía lo que estaba bien, y quería hacerlo, pero por alguna razón no podía; sabía lo que estaba mal, y esto sí que no quería hacerlo, pero lo hacía. Estaba consciente de que tenía una personalidad dividida, como si dentro de él se manifestaban dos hombres tirando cada uno hacia lados opuestos. Este sentimiento andaba detrás de él. Tenía capacidad para ver lo que estaba bien, pero su incapacidad le impedía hacerlo. Su capacidad para reconocer aquello que estaba mal, y su incapacidad para resistirse a hacerlo.
Todos los contemporáneos del apóstol, al igual que nosotros, tenían conciencia de esta situación. Alguien decía: “Muchos hombres odian sus pecados, pero los aman al mismo tiempo”, “Apruebo las cosas buenas, pero sigo las peores”. El pasado ya no tiene ningún derecho sobre aquellos que han entregado su vida a Cristo, Dios es el único que tiene derecho absoluto sobre mi vida. Podríamos decir en pocas palabras que este pasaje bíblico es el de las incapacidades. 1-) Incapacidad del conocimiento humano. Si el saber que una cosa es buena, la hiciéramos inmediatamente que fácil sería la vida. El conocimiento solo, no hace bueno a Nadie; 2-) Incapacidad de cumplir lo que decimos. El decir voy a hacer una cosa, está muy lejos de hacerla, esto por la debilidad humana que tenemos, por ejemplo Pedro les dijo a Jesús no te negaré (Mateo 26:35); Cuando se le presentó la oportunidad de demostrar su lealtad, que triste, se manifestó su impotencia, sin la fuerza de Cristo nuestra voluntad es un fracaso; 3-) Incapacidad para corregir lo que sabemos que está mal. El apóstol que usted y yo, sabía muy bien lo que estaba mal, pero era incapaz de corregirlo.
Continuará…
Comments