top of page
WhatsApp Image 2023-06-12 at 6.50.21 AM.jpeg

¿Novela histórica?

  • revistalaprensa55
  • hace 6 horas
  • 2 Min. de lectura
ree

Por Rafael Ciprián

En nuestro país existe un debate literario sobre el tema de la llamada novela histórica. La reciente obra de Emilia Peralta, titulada Cuando gemía la Patria, es uno de los resortes que disparó la discusión artística.

Los escritores que están encabezando esa justa intelectual son Emilia Pereyra, Rafael Peralta Romero, Guillermo Piña Contreras y Plinio Chaín. Cada uno está atrincherado en una posición que parece imbatible.

Para la autora de El crimen verde, la existencia de la novela histórica es una realidad que se manifiesta en el tema escogido por el autor de la obra narrativa de largo aliento. Y persigue recrear el ambiente de la época en que se sitúa y con los protagonistas de los acontecimientos que se consideran de importancia histórica.

Así lo recogió en Cuando gemía la Patria, que aborda la dominación haitiana en nuestro territorio (1822-1844).

Peralta Romero niega que exista la novela histórica. Fundamenta su criterio en que el novelista no es fiel a los hechos ni a los personajes que aborda, porque con su imaginación se aparta de la verdad histórica de los hechos narrados.

Piña Contreras se sujeta a la normativa literaria, siempre con un sesgo afrancesado, y entiende que debe diferenciarse la novela histórica de la historia novelada.

 La primera toma como partida el hecho calificado de histórico para construir un universo literario. La segunda se ciñe a los hechos documentados y comprobados para reproducirlos en la obra.

Chaín sostiene que en la novela histórica el escritor no está encadenado a los hechos admitidos y probados, como el historiador, sino a lo que pudo o debió suceder. Y refleja las intuiciones, las emociones, los sentimientos que el historiador no puede ni debe recoger.

Creemos que esos criterios sobre el género literarios fueron superados a partir del siglo XX, y para el XXI que vivimos son anacrónicos.

El concepto de géneros literarios, como la poesía o la novela, o subgénero literario, como la novela histórica, corresponde al pasado.

La poesía de Baudelaire y Rimbaud; la poética de Henri Meschonni; la narrativa de Balzac, Dumas, García Márquez, Vargas Llosa y Cortázar liquidaron los géneros literarios y su normativa academicista.

Recomendamos revisar a Roland Barthes, sobre el Personaje histórico, en su obra S/Z.

El Maestro Diógenes Céspedes, crítico, poeta, ensayista y narrador de talla, nos ha aleccionado sobre la muerte de los géneros literarios.

Solo existen los textos literarios. Y su valor artístico depende del ritmo, entendido como la organización del sentido y el combate contra la ideología de época.

Por tanto, en este tiempo solo nos quedan los textos literarios, los discursos artísticos. Y como señaló Oscar Wilde, esos textos pueden estar bien o mal escritos. Nada más.

bottom of page