Por: Fernando Hiciano
Mecho es una flor de trébol de cuatro pétalos. La suerte siempre le persigue. Por donde pasa va dejando a la redonda todos sus logros, éxitos y racimos de triunfos. Su carisma es apremiante. Buena amiga y nunca olvida su compromiso con la gente. Tiene una memoria fotográfica, casi idéntica a la Karol Józef Wojtyla. No olvida los rostros, ni los nombres, ni aquellos episodios remotos por simple que parezcan. Sin embargo, es pronta en olvidar desavenencias y nunca guarda rencores en su corazón.
Con una juventud floreciente, poseedora de una sublime inteligencia. Ha mostrado mucha firmeza y arrojo para alcanzar las metas que casi siempre son colectivas.
Ella pertenece al relevo generacional del PRM. Ha roto en su municipio todos los récords políticos y ha hecho que todos sus adversarios tengan que beber el tanino de su derrota. Sin embargo, sabe tender la mano amiga, ofreciendo una acogida para hacerlos copartícipes de sus triunfos, por eso su candidatura a senadora está en constante crecimiento, tanto dentro como fuera del partido. Ella se hace acompañar de personas con visión futurista. Trabaja en equipo y siempre está en la vanguardia, evaluando y ejecutando modificaciones, porque sabe que el tiempo apremia y es cambiante.
Ella heredó el discurso y el abrazo del doctor José Francisco Peña Gómez. El más grande líder de masa del hemisferio. El discurso de Mecho son propuestas progresistas, tangibles y factibles, por eso su alcaldía ha sido una de las más exitosas del país. Bien valorada por organismos nacionales e internacionales, logrando impulsar al municipio a ocupar unas de las gestiones más sobresalientes y transparentes del país. Ella fue capaz de rescatar el orgullo de su pueblo, cuando apenas Salcedo era una pequeña colonia de casuchas, con escasas empresas y sus jóvenes emigrando a otras tierras.
El pujante desarrollo de la ciudad ha sido marcado por un plan estratégico, trabajado cuidadosamente por su equipo, coordinado por ella para abstraer importantes inversionistas e involucrando a la diáspora con el fin de alcanzar el progreso de todo el municipio.
Las ancianas les abrazan, igual los jóvenes, que ven en ella el paradigma político y el verdadero modelo de la época de hacer un serio ejercicio de la política. No es demagoga y nunca comete el error agarrafar de prometer lo que no puede cumplir. Sabe que la palabra es el vínculo más fuerte entre Dios y el hombre, por eso tiene a la palabra como una herramienta sagrada. Sabe escuchar y está siempre presta en poner la mano amiga para favorecer a su gente.
Apenas, siendo adolescente mostraba ciertos talentos y liderazgos. Cuando era aún niña tocaba el violonchelo en diversas orquestas sinfónicas del país. Y desde muy temprana edad se convierte en directora Nacional de Orquestas infantiles y Juveniles del país. Ya joven es egresada de la Escuela de Derecho de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, obteniendo el grado de Licenciatura en Derecho Cum Laude. Además, posee Máster en Derecho, Economía y Políticas Públicas del Instituto Ortega y Gasset y la Universidad de Complutense de Madrid, con varia Maestrías internacionales en Derecho Administrativo y Gestión Municipal.
Actualmente, Mecho es presidenta de la Unión de Mujeres Municipalistas de la República Dominicana (UNMUNDO) y de la Red Latinoamericana de Mujeres Municipalistas, entre otros compromisos con entidades internacionales.
En la actualidad tiene en carpeta desarrollar un plan estratégico sostenible para colocar a la provincia Hermanas Mirabal en la franja del ecoturismo, juntamente con la provincia Espaillat. En tal propuesta pretende impulsar a la provincia en un ambicioso plan de desarrollo para alcanzar el progreso y convertirlo en oportunidades, por eso la gente grita a flor de labios, “si como alcaldesa lo ha hecho bien como senadora lo hará mejor.”