Plinio, los años terribles, de Manuel Matos Moquete

Luis Beiro

Este no es un libro cualquiera, de esos que se publica por publicar. Manuel Matos Moquete lo ha escrito para que el más amplio público, conozca la vida de uno de sus héroes, de esos que permanecen ocultos por la barrera del tiempo, pero cuyo significado realza a dignidad de alguien que fue capaz de defender sus ideales hasta las últimas consecuencias.

Aquí va la historia de Plinio Matos Moquete, un hombre que enfrentó con las botas puestas la dictadura de aquellos terribles Doce Años, cuando la democracia en la República Dominicana solo era defendida por valiosos hombres como él.

El libro, además, recrea al Tamayo de entonces, lleno de calles de piedras, fincas rupestres, terreros desolados y casas de madera donde el polvo avizoraba al viajero su entraña verdadera.

Plinio no era un hombre cualquiera. Emigró a la capital y terminó la carrera de Derecho en la Universidad Autónoma de Santo Domingo.

Su hermano, Manuel, el académico, Premio Nacional de Literatura y autor de una serie de obras que lo consagran entre las figuras cimeras de las letras dominicanas, vivió a su lado años difíciles, tanto en la batalla de todos los días (en ese tiempo donde la vida de ambos valía el grosor del aire), como en las celdas de la cárcel de Victoria, en la sección llamada “El pasillo de la muerte” donde las torturas y vejámenes a los allí recluidos era el pan de cada día.

Esa peculiaridad de ser hermano de un héroe lo llevó a escribir un libro que, sin perder el rigor investigativo, es un rescate de una figura olvidada. “Plinio, los años terribles”, de lectura fácil, es una obra que se disfruta, educa y retrata un tiempo donde los dominicanos fueron influenciados por los conflictos internacionales provocados por la llamada Guerra Fría.

Hace recordar la vida del hombre a quien Claudio Caamaño le quiso dejar el fusil con el que combatió en las montañas de Ocoa.