Pensamiento/La literatura revolucionaria dominicana
- revistalaprensa55
- hace 13 horas
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No es lo mismo literatura revolucionaria que teoría revolucionaria. En nuestro país existe una amplia literatura sobre las vivencias de diferentes episodios de la lucha revolucionaria de numerosas generaciones de hombres y mujeres que dedicaron sus vidas sin temer a los sacrificios ni a la muerte, para que el pueblo dominicano alcanzara los niveles de soberanía, libertad y el bienestar que merece.
Desde el programa de liberación nacional de los expedicionarios del 1959, que llegaron por Constanza, Luperón y Maimón, en dos lanchas y un avión, hasta el presente, son numerosas las proclamas y los escritos relacionados a la lucha por un cambio revolucionario en la sociedad dominicana.
El libro de Luis Ulloa Morel al que me referí en mi anterior entrega es sólo uno de los numerosos ensayos que se han escrito sobre el accionar y el pensamiento de las generaciones de revolucionarios que surgieron con anterioridad y posterior a la eliminación de la tiranía trujillista.
Además del libro "Izquierda Dominicana", de Luis Ulloa, recientemente fueron publicados los libros del reconocido autor Manuel Matos Moquete y Fafa Taveras, titulados: "Plinio, los años terribles" y "Fafa, punto y seguido. Memorias", este último teniendo a Chaljub Mejía como relator. Estas publicaciones que, junto al libro del destacado periodista Fausto Rosario Adames, titulado "La Izquierda vista por sí misma", forman parte de una larga lista de publicaciones, como las de Raúl Pérez Peña, Cayetano Rodríguez del Prado, Fidelio Despradel, Chaljub Mejía, Rafa Pérez, Luis Pérez Gómez y otros sobre la actuación de los revolucionarios en la dominicanos, lo que ha permitido que se vaya formando una bibliografía de mucho valor, no solo para conocer el desempeño de la izquierda, sino también como referentes necesarios para la elaboración de una teoría de la Revolución Dominicana.
Esa necesaria teoría revolucionaria deberá dejar atrás la copia de otras experiencias de manera dogmática, sin valorar objetivamente nuestra propia realidad y contexto geopolítico e histórico y asumir con seriedad la época que estamos viviendo, de bruscos y acelerados cambios, difíciles de asimilar y comprender.
La izquierda dominicana cuenta con el material suficiente para estudiarse a sí misma y sacar las enseñanzas que su práctica pasada arroja. Para ello debe desechar el protagonismo y la dañina tendencia a distorsionar la verdad de los hechos mediante exageraciones y distorsiones de la verdad, en el empeño de algunos de atribuirse papeles que nunca desempeñaron, como absurdos e irremediables mitómanos, como muchos de los que aparecen en el libro de Fausto Rosario Adames.
Invito a Rafael Chaljub Mejía, a Fafa Taveras, a Fernando Peña, a Manuel Salazar, Narciso Isa Conde y al historiador Roberto Cassá, entre otros, para que se animen a recoger todo el material bibliográfico de la literatura de izquierda desde la década de los 40 hasta nuestros días.









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