La noche que Rabo Duro nunca olvidar
- revistalaprensa55
- 18 feb
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La noche del pasado lunes solo es comparada con el escenario que vivio este mismo sector el 23 de marzo de 1978, cuando tropas elites de la PN y el EN bajo el mando de Moncho Enriquez (El Coyote) y Nivar Seijas, apresaron a varios jovenes pertenecientes a Los Trinitarios.

POR RAFAEL SANTOS
La noche del 17 de febrero del presente año y previo al llamado a huelga que por una serie de reivindicaciones hicieran un conjunto de organizaciones populares, encabezada por el Frente Amplio de Lucha Popular (Falpo), pasará a la historia de la presente generación del barrio Rabo Duro, de Salcedo, como una terrible pesadilla.

La misma solo es comparada a ese 23 de marzo de 1978, cuando tropas especializadas de la policía irrumpieron en los diferentes sectores populares de Salcedo entre ellos Rabo Duro, en donde la historia nos recuerda que ese día fueron apresados 17 jóvenes involucrados en el Movimiento de Liberación Nacional: Los Trinitarios, entre los que se destacan Isaías Álvarez (Sayo) quien era junto a su hermano Bienvenido (Ramón), los máximos dirigentes de Los Trinitarios en Salcedo.

Tambien apresaron a Reinaldo Ramón Báez Rivas (Chacho), Miguel Martínez (Miguelín), Francisco Rodríguez, (Francisco La Paz), Teófilo (Chevo) Regalado, César, Antonio (Risita), Miguel (Miguelo el taxita), Mario y Rafael (Balíco) Lora, así como Ángel María González (Milía), Leonidas Portorreal y Pedro Peña. (Datos obtenidos del libro de nuestra autoría: Salcedo en los 12 años de Balaguer).

A eso de la 8 y 45 minutos de la noche del pasado lunes, tropas especializadas de Los Lincens, Swats, Boina Grises y unidades de Policías Militares, 300 en total, irrumpieron la tranquilidad del populoso sector, próximo a la parte baja y salida a San Francisco de Macorís, en donde de manera inmisericorde la emprendieron en contra de los residentes de dicho barrio.

Los gritos de impotencia de madres desesperadas, que con sus niños casi al borde de la muerte eran sacados y llevados de emergencia a los diferentes centros asistenciales, así como hijos con sus padres o madres envegencientes corriendo despavoridos, en busca de un refugio para resguardarse del picor asfixiantes de los gases lacrimógenos, y así evitar sus muertes, era el panorama que allí y durante más de 2 horas y media se vivió como una de sus más terribles pesadillas.
Muchos disparos, la gran mayoría de estos con armas de alto calibres tal y como se aprecia en la presente crónica, en donde tres vehículos estacionados en dicho sector resultaron seriamente afectados por las balas lanzadas sin control y en contra de los residentes del citado sector.

Jóvenes golpeados salvajemente por agentes que al parecer endemoniados las emprendían contra mozalbetes, así como palabras de resabios por los transeúntes que al igual que nosotros y a través de las redes fuimos testigos del momento cuando un gorila que se hace llamar humano golpeaba con la escarcha de su pistola a un adolescente, mientras en el pavimento, varios uniformados también hacían lo mismo contra otro que transitaban por el lugar, un verdadero abuso….!!!!!!.
De manera frontal y responsable, desde este periódico digital: www.revistalaprensard.com, llamamos a las autoridades competentes para que tomen este video, investiguen bien quién es este sujeto que se hace llamar un “hombre” humano, para que en la misma medida que él, haciendo uso de su poder militar la emprendió contra estos jóvenes, lo que nos hizo recordar los 12 años aquellos que por un espacio de varias décadas habíamos creído superados, sea investigado y pague por este abominable hecho que ha lastimado la conciencia colectiva de la provincia Hermanas Mirabal.
Señora gobernadora provincial, Lissette Nicasio, señora senadora Mercedes Ortiz, este hecho no puede quedar impune y debe investigarse, para que este militar, que creo desoyendo a los mandos superiores de puesto en esta demarcación y a los que les tenemos gran respeto por el grado de responsabilidad con la que han actuado en esta demarcación, al parecer, ese militar tenía el propio demonio en su cabeza y manchando el uniforme cometió este abuso en contra de unos jóvenes que no tienen más delito que ser precisamente eso, jóvenes.









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