La Leyenda del Juez de la horca
- revistalaprensa55
- 17 ago
- 2 Min. de lectura
Historias del Oeste Norteamericano: John X Beidler
Has visto el film El juez de la horca?

Es una historia real y los hechos sucedieron en los salvajes campamentos de oro de Montana, el nombre "X. Beidler" era suficiente para infundir terror en los corazones de los forajidos. John X. Beidler, a pesar de su modesta estatura de un metro sesenta y ocho, era una fuerza de la naturaleza. Como vigilante en una tierra sin ley, Beidler no confiaba en las armas para imponer la justicia; su verdadera herramienta era el miedo. Se le atribuye haber rastreado y ahorcado a unos 30 miembros de la despiadada banda de salteadores de caminos de Henry Plummer, que aterrorizaban a buscadores y colonos en el indómito Oeste.
En una época en la que la ley era un sueño lejano, la justicia de Beidler era rápida e inquebrantable. No se ocultaba en las sombras ni se escondía tras una insignia. Caminaba abiertamente, una advertencia viviente vestida con botas y ropa de piel. Su sola reputación era suficiente para hacer que algunos forajidos huyeran ante el mero susurro de su nombre. Beidler no solo cazaba hombres, desmantelaba el mito de la violencia intocable, con su soga como un símbolo de retribución. Cada ahorcamiento era un mensaje severo, exhibido para que todos tomaran nota.
Esta rara fotografía, que una vez perteneció a la familia del legendario agente de la ley Seth Bullock, nos muestra al hombre detrás de la leyenda. El rostro marcado de Beidler y sus ojos penetrantes no muestran fanfarronería, sino una determinación implacable. No era un buscador de emociones, sino un hombre impulsado por la convicción de que alguien debía actuar cuando los demás no lo hacían. Con esa férrea voluntad, Beidler grabó su nombre en la historia de Montana, una figura cuyo legado perdura en las largas sombras de la horca.









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