Entre ilusiones, confrontaciones, retos y desafíos.
- revistalaprensa55
- hace 1 día
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Algunos entendidos afirman que estamos transitando por un mundo de ilusiones, pues no son pocos los que viven de sueños o irrealidades. Muchos se dedican a pronosticar y provocar confrontaciones, mientras que otros consideran que lo que realmente enfrentamos son retos y desafíos que requieren una atención urgente y prioritaria. Porque ni las ilusiones ni las confrontaciones podrán conducir a la nación hacia destinos más seguros y estables que los actuales. Al contrario.
Vivir de ilusiones y en medio de confrontaciones lo único que podremos lograr es desestabilizar lo que a base de muchos esfuerzos hemos conseguido, a pesar de las imperfecciones existentes. Por tal razón, debemos poner los pies sobre la tierra y procurar la unidad de todos los sectores para continuar desarrollando las áreas en que hemos avanzado e integrar otras que requieren atención permanente para de esa manera elevar los niveles de vida de todos y cada uno de los dominicanos.
Este momento por el que transitamos, que yo califico de especial, requiere de mucha madurez y sensatez. De su gente y de sus dirigentes o líderes. Dejando de lado los intereses particulares que de cualquier forma atentan, entorpecen o impiden el desarrollo armónico de la colectividad.
Y digo que tenemos un momento especial, no solo por las situaciones o condiciones exógenas que nos afectan, sino tambien porque siendo un país altamente politizado, aun faltando tres años para el próximo proceso electoral, casi todos los esfuerzos de una gran cantidad de sectores, incluyendo la de muchos estamentos públicos, están enfocados en esa meta. Que no es ni debe ser el objetivo básico y fundamental para el país.
El sector político podría estar viendo ilusiones. Parecido al cuento del toro que era y el que no era del que hablaba Juan Bosch. Porque todavía no se han dado cuenta, ni los dirigentes de oposición ni mucho menos los del propio PRM, que Luis Abinader no será candidato en el 28 y que por lo tanto no será competidor ni estará en el debate.
Aprovechando el dialogo sobre la situación del país frente a la vecina nación, y siendo conscientes de que, además de ese tema, es necesario reformular otros aspectos como el económico, deberían ser ellos quienes impulsen dichos cambios. Incluyendo una posible reforma que asegure y garantice los recursos necesarios para continuar satisfaciendo las necesidades y las demandas sociales. Porque, en realidad, más que a Luis -quien no será candidato en el 28- tales medidas los favorecerían a ellos. Sin embargo, al parecer, también están atrapados en ilusiones, olvidando que todo esto podría conducir a confrontaciones que no benefician ni a ellos ni a nadie.
El camino claro es enfrentar los retos y desafíos que dependen de las voluntades dominicanas, de sus decisiones y de su inteligencia. Porque los factores exógenos no dependen exclusivamente de nosotros. Los aspirantes deberían entender que las modificaciones que pudieran hacerse ahora, con la colaboración de todos, quedarían fuera del debate electoral.
El país necesita que sus líderes y dirigentes, de todos los sectores, comprendan que a pesar de las precariedades, tenemos un país con pantalones largos, en democracia, economía y estructuras. Que puedan darse cuenta de que el momento es ideal para lograr afianzar y mejorar lo logrado. Sin mezquindades y con espíritu patriótico.
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