POR RAFAEL SANTOS

1.- Exponen demasiado al Presidente.

2.- Muchas de las relaciones publicas de las instituciones del Estado, al parecer tienen una eterna vacaciones, sencillamente algunas de ellas no están cumpliendo con su rol.

3.- Gran parte de los asesores gubernamentales según observo, saben más de las argumentaciones de los muñequitos o tiras cómicas de La Pantera Rosa o del Oso Yogui, que de Políticas gubernamentales.

4.- Muchos de quienes manejan publicidad gubernamental no miran para las provincias, pues sencillamente están "casados" con dos o tres medios de sus preferencias en las grandes urbes, olvidando que los medios del interior tienen sus públicos y también inciden en el desarrollo de los temas nacionales.

5.- Muchas de las estrategias a poner en marcha antes determinadas situaciones son solo pensadas para salir del momento, no para que estas puedan tener trascendencia en el tiempo.

6.- Casi en la generalidad del equipo estratégico del gobierno, se creen que solo pensantes los que hay en la capital o en el Distrito Nacional, obviando que en el interior también se piensa.

7.- Muchos de los funcionarios están errando ante los medios cada vez que intervienen en ellos, haciendo declaraciones a veces hasta desafortunadas.

8.- Algunos funcionarios se han constituido en pichones de dictadores. Maltratan sus subalternos creyéndose "Dioses revestidos de poderes celestiales" y que están por cima del bien y del mal.

9.- Un importante porcentaje de los presidenciables perremeistas no tienen vinculación directa con las bases de su partido. El liderazgo que dicen poseer no se sustenta más que sobre movedizas arenas que ponen en tela de juicio lo que sus acólitos pregonan.

10.- En muchas demarcaciones del país, sus llamados líderes o dirigentes se están “matando como perros y gatos”. Sencillamente no se soportan, lo que resulta ser extremadamente peligroso para su permanencia en el poder.