Vianney Dorantes Velázquez
Hablar de relaciones de pareja "sanas" puede dar la falsa impresión de que existen relaciones perfectas, lo cual se aleja de la realidad. Toda relación tiene sus defectos o debilidades, por la simple razón de que las personas no son perfectas. Lo importante no es que una relación de pareja tenga debilidades o no, lo que define una relación saludable es que esté interesada o dispuesta a trabajar y atienda sus posibles debilidades y dificultades.
En ese sentido, podemos definir una relación de pareja sana de la siguiente manera: una relación de pareja es sana si existe un esfuerzo de ambas partes de impedir que exista maltrato físico o emocional, faltas de respeto, comportamientos abusivos, controladores, humillantes.
Siento amor, pero ¿lo es realmente?
Es normal entrar en una relación de forma inocente, y dejarse llevar por los buenos sentimientos que lo llevan a uno a decir “estoy enamorado/a”, o algo similar. Sin embargo, es conveniente mantener presente que las relaciones no son fáciles de construir ni de sostener, y estar atentos y cuidar que no se pasen por alto aspectos importantes de la relación. Una postura crítica y atenta es algo que aumenta las posibilidades de obtener una relación de pareja saludable. En este artículo te invitamos a preguntarte ¿estoy en una relación de pareja saludable?
Un reciente estudio muestra que estar en una relación de pareja sana está asociadado al bienestar emocional y general de las personas.
¿Qué caracteriza una relación de pareja sana ?
Las relaciones son necesarias y parte de una vida saludable, pero no existen relaciones perfectas. Las relaciones, de noviazgo o de matrimonio, tienen el potencial de enriquecer nuestras vidas y añadir bienestar en la vida. Sin embargo, las mismas relaciones puede causar malestar, incluso puede causar mucho daño. Toma unos minutos para aprender más acerca de cómo protegerte de construir una relación insana o tóxica. Por lo que te invitamos a preguntarte si efectivamente estás en una relación con cualidades convenientes para ambos.
Es importante no tener una visión idealizada de la relación
El primer paso es tener presente que la relación de pareja tal como se dio al inicio va experimentar modificaciones, y que el “ímpetu desenfrenado” que se vivió en ese momento va a convertirse en algo más estable y rutinario. Una relación más rica y profunda va a surgir en su lugar, y es importante que incluya también la pasión. A lo largo de la relación existirán buenos y malos momentos; esperar que siempre sea color de rosa es negarse a dar un siguiente paso.
Cuidar la relación
Relación sana y feliz es importante atender los desacuerdos o las diferencias que surgen en el día a día de la relación, si no es posible inmediatamente, al menos no dejar pasar mucho tiempo. Algunas personas creen que las relaciones se construyen solas, haciendo a un lado las dificultades con la esperanza de que se resuelvan solas o ya no molesten en un futuro. La realidad es que una buena relación, una relación de pareja sana, como cualquier cosa en que quieras tener éxito, requieren trabajo y ser atendida regularmente.
Pasar tiempos juntos
No existe un sustituto para el tiempo de calidad que comparte una pareja: el tiempo juntos es un ingrediente esencial de toda relación de pareja sana. El deseo de estar juntos y compartir tiempo debe originarse del hecho de que una pareja está unida principalmente por lo bien cada uno hace sentir al otro. Es decir, el que la pareja no busque la manera compartir tiempo juntos no es buen síntoma. Si una pareja está unida por lo bien que se hacen sentir el uno al otro, cómo no esforzarse por hacer un espacio y poder estar el mayor tiempo posible juntos. Es claro que existen responsabilidades, trabajo, dificultades que hay que atender día con día. Por esta razón, no se trata de que entre más tiempo juntos mejor. Se trata más bien de que existan esfuerzos de parte de cada uno para compartir tiempo, y que estos esfuerzos sean visibles a cada uno.
Aprender a convivir con las diferencias
Si bien las cosas que tienes en común con tu pareja son esenciales, las diferencias son lo que hace única la relación. A pesar de que las diferencias muchas veces son fuente de disgustos o discusiones, el beneficio y la fortaleza para la relación que se obtiene de aprender a conocer los puntos de vista del otro, es realmente inmenso. Es lo que hace sentir cada uno que realmente es escuchado, que realmente mi pareja está conmigo por quien soy. Por esta razón, es muy importante que te detengas y conozcas estas diferencias con tu pareja, y no le tengas miedo al riesgo de las discusiones (hay que tener la confianza de que la relación puede soportarlas).
No esperar cambiar a tu pareja
Evidentemente que cada uno tenga gestos y ceda en ciertas cosas es algo que hace bien a la relación. Lo malo es cuando uno de los dos necesita que el otro cambie, haga algo, para que las cosas puedan seguir bien (evidentemente hay excepciones). Si bien ninguno de los dos es perfecto, por lo que tiene sentido esperar que haya cambios en cada uno, hacer depender el bienestar de la relación de estos cambios no es conveniente. De hecho, muchas veces esto es consecuencia de un mal manejo de los propios problemas personales no resueltos. Por ejemplo, hay probabilidad de que una joven que necesita que su pareja sea más cariñoso con ella, haya vivido en su pasado o infancia alguna experiencia de carencia de afecto (“siento que mi papá no me quería”). En la medida en que no resuelva estos problemas del pasado, van a interferir en los problemas que tenga en el presente en sus relaciones. Y si bien puede ser algo bueno que su novio sea más cariñoso, no debería de ser una condición para estar bien. Por lo tanto no esperar que tu pareja cambie es una característica de una relación de pareja saludable.
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