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Lo bueno, lo malo y lo feo de los avances tecnológicos


POR HUGO R. GIL

Alguien dijo una vez que todos los extremos son viciosos. Al ver los nefastos resultados de los extremismos ideológicos, religiosos, políticos y raciales no nos queda otra alternativa que estar de acuerdo con esta expresión.

Pero al analizar las numerosas ventajas que ha traído consigo el avance de la tecnología, uno creería que la frase antes dicha perdería su vigencia en ese caso. Pero no; el avance tecnológico trae consigo ventajas y desventajas, atinos y desatinos que vale el esfuerzo sopesar.

Aunque todos nosotros en mayor o menor medida estamos conscientes de los beneficios del avance de la tecnología, es muy importante destacar algunos de ellos en particular.

Primeramente, no se puede negar que el rápido progreso tecnológico ha hecho posible en menor tiempo, reducido espacio y economía de esfuerzo el acceso ilimitado a la información de la naturaleza que sea. Cualquier persona con un simple aparato electrónico puede obtener datos que antes eran prácticamente imposibles de alcanzar por su costo, volumen y privacidad o exclusividad.

Para leer en mis años de estudiante primario la enciclopedia “Tesoro de la Juventud”, por ejemplo, tuve que prácticamente convertirme en un ratón de la biblioteca Amantes de la Luz en Santiago y perturbar por horas interminables a Alonso, el bibliotecario, mientras me buscaba de los anaqueles un volumen tras otro hasta terminar de leerla.

¡Hoy en día, desde la comodidad de mi casa, con una simple plataforma en mi celular, tengo acceso ilimitado a la Biblioteca del Congreso de Los Estados Unidos, por mencionar solo un caso como ilustración!

Los avances tecnológicos han abaratado el costo de los productos y servicios. La producción masiva con el uso de las máquinas automatizadas y las ventas a través de las redes han hecho posible una reducción considerable de los costos de producción, transporte y almacenamiento, gracias a lo cual las mercancías llegan más rápido y a menor precio a las manos del consumidor.

Las personas desde su propia casa o lugar de trabajo pueden ordenar sus productos y servicios, ahorrando costos y tiempo, lo cual a la vez se traduce en un mayor dinamismo en el uso y consumo.

El mismo hecho de poder vender y comprar desde nuestros hogares y centros de estudios y trabajo permite que dispongamos de más tiempo para dedicarlo a otras actividades de interés, al descanso, esparcimiento y disponer de más tiempo para compartir con nuestros familiares, amigos y relacionados.

Con esto se puede esperar que tengamos como resultado una mayor calidad de vida y, por consecuencia, beneficios en nuestra salud, estado de animo y felicidad en general.

Otra ventaja que podemos atribuir al desarrollo tecnológico es la riqueza de la pluralidad de las ideas, opiniones y puntos de vista. Antes, por razones obvias, teníamos acceso muy limitado y condicionado a ciertos modos de pensamiento, creencias, actitudes y filosofías de vida.

Fácilmente podíamos caer en la ignorancia y como consecuencia constituirnos en víctimas de los que tenían el privilegio de la información y el control del poder y las influencias a través de los medios de comunicación que operaban al servicio de los que podían costear el monopolio de la información y las ideas.

Lo referido en el párrafo anterior servía como terreno de cultivo al establecimiento de dictaduras y regímenes totalitarios y hegemonías de grupos raciales, económicos, tendencias ideológicas y partidos políticos. Esto contribuía significativamente al “apartheid”, es decir a la separación de las personas por consideración de factores ajenos a la esencia de la raza humana. Las diferencias eran motivo de opresión, mientras que ahora, gracias al aporte de la tecnología, podemos ver nuestras diferencias como factor de enriquecimiento social y cultural.

Con el desarrollo tecnológico estamos conquistado espacio en el terreno de nuestra insularidad. Nuestra mentalidad se va haciendo más abierta, de modo que ya sabemos que no somos el centro del mundo ni mucho menos “la última coca cola del desierto”.

Más allá hay más gente. Ellos tienen mucho que aportar y unirlo a nuestro aporte para construir entre todos un mundo mejor; un planeta más viable para el beneficio de todos. Ya los corruptos, oportunistas y abusadores tienen menos oportunidad de quedar impunes. El avance tecnológico los ha expuesto a la mira de todos.

Por razones de espacio, continuaremos con esta temática en próximas ediciones. Nos falta destacar lo malo y lo feo del avance tecnológico. Por favor, no se pierda los próximos números de esta publicación.

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