INTERESANTE.......
Tomado de ABC PUERTO RICO
Hoy les contaremos sobre un joven talentoso llamado Rubén Blades, quien tras graduarse de la universidad se encontraba en una encrucijada en su vida. A pesar de poseer un impresionante currículum y un futuro prometedor en el ámbito académico, su verdadera pasión ardía en su interior: la música. Rubén soñaba con convertirse en cantante y expresar su amor por la música a través de su voz.
Decidido a perseguir su sueño, Rubén Blades tomó una valiente decisión. Se armó de valor y marcó el número telefónico de la reconocida disquera Fania. Su objetivo era simple pero ambicioso: solicitar un puesto como cantante en alguna de las orquestas de la compañía.
La llamada fue atendida por un amable empleado, quien escuchó con atención las aspiraciones de Rubén. Sin embargo, la respuesta que recibió no fue la que esperaba. Le explicaron que, lamentablemente, en ese momento no tenían un espacio disponible para un cantante en ninguna de sus orquestas. La noticia fue desalentadora, pero Rubén no se rindió.
El empleado de Fania le ofreció algo inesperado. Le informó que en el departamento de correo interno de la compañía necesitaban a alguien que se encargara de recoger y responder las cartas de los fanáticos de los artistas de la disquera. Era un trabajo humilde y alejado de su sueño de cantar, pero era una oportunidad dentro de la industria musical.
Rubén Blades reflexionó sobre la oferta que le habían hecho. A pesar de su brillante educación, sabía que la música era su verdadera vocación y que debía luchar por ella. Sin pensarlo dos veces, aceptó el empleo como cartero en el departamento de correo interno de la Fania.
Los días se convirtieron en semanas, y las semanas en meses. Mientras Rubén Blades se dedicaba diligentemente a su trabajo como cartero, nunca dejó de lado su amor por la música. Aprovechaba cada momento libre para perfeccionar su voz, componer canciones y estudiar el arte de la interpretación musical.
Su dedicación y pasión no pasaron desapercibidas dentro de la Fania. Un día, un famoso cantante de una de las orquestas tuvo un inconveniente y no pudo asistir a una presentación importante. El destino le abrió una puerta a Rubén Blades.
Durante un tiempo vivió con el artista de la Fania Andy Harlow mientras se familiarizaba con la técnica de las estrellas de la Fania. Su carrera discográfica comenzó en 1970 cuando grabó su primer álbum en solitario. De Panamá a Nueva York con la orquesta de Pete Rodríguez para Alegre Records, subsidiaria de Fania Records. Cantó, tocó la percusión y compuso para este álbum y levantó muchas cejas entre los líderes de la Fania.
El resto es historia. Rubén aceptó el desafío con humildad y entusiasmo. En el escenario, deslumbró al público con su talento y carisma. Su voz, llena de fuerza y pasión, resonó en los corazones de todos los presentes, dejando una huella imborrable en la historia de la música latina.
El talento y el carisma de Rubén Blades se expandieron rápidamente, conquistando los corazones de millones de fanáticos de la música latina en todo el mundo. Su estilo único y su compromiso con la excelencia le valieron el reconocimiento y el respeto de la industria musical, así como numerosos premios y honores a lo largo de su trayectoria.
La historia de Rubén Blades es un testimonio inspirador de perseverancia y pasión. Demostró que no importa el camino que debas recorrer para alcanzar tus sueños, lo importante es nunca renunciar a ellos. Desde ser cartero en el departamento de correo interno de la Fania hasta convertirse en una de las figuras más influyentes de la música latina, Rubén Blades nos enseña que el amor por la música puede impulsarnos a superar cualquier obstáculo y alcanzar alturas inimaginables.
Su legado perdura hasta el día de hoy, y su música continúa inspirando a generaciones de artistas y aficionados por igual. Rubén Blades es un ejemplo viviente de que, con dedicación, determinación y un profundo amor por lo que hacemos, podemos convertir nuestros sueños en realidad y dejar una huella imborrable en el mundo.
¡La historia de Rubén Blades es una verdadera lección de vida para todos nosotros!
Comments